Combinan el look 'hipster' con complementos que hacen guiños a la ideología nazi
Conservan sus tics racistas, a los que añaden reivindicaciones de pureza de los alimentos.
Las cabezas rapadas y las botas militares han quedado completamente out.
Ahora son la barba larga, las gafas de pasta y los complementos que
hacen guiños a la ideología nazi los que identifican a la tribu urbana
alemana de extrema derecha. Si a esto añadimos la religión alimenticia
vegana y una gorra de color, tenemos el perfecto look 'nipster',
palabreja que aúna los términos nazi y 'hipster' y que identifica una
tendencia que primero ha triunfado en las redes sociales alemanas y que
ahora se apodera de las calles.
"Heil Hipster" ha sido el título con el que la revista estadounidense
Rolling Stone ha bautizado a esta nueva generación de jóvenes de
ultraderecha 'trendy' que comienzan ya a exportar su estética fuera de
Alemania. Combinan la ideología de extrema derecha con los valores de
conservación del medio ambiente, un cóctel políticamente inclasificable
pero de gran capacidad expansiva, a juzgar por su presencia en las
redes.
Conservan sus tics racistas y xenófobos, a los que añaden
reivindicaciones de pureza de los alimentos. Esta mutación del neonazi
tipo es menos dado a la violencia callejera y se aleja del fútbol de
masas, en el que la extrema derecha logró conservar significativos
nichos en las pasadas décadas. Y sobre todo pierde los tintes
homofóbicos que le venían caracterizando. Las parejas 'nipster homo' se
exhiben sin complejos en Instagram y comparten fotos calientes.
"Algunos de ellos se inscriben en el ámbito del hip-hop. No aprecian o
no les importa la evidente contradicción que representa con el racismo o
el neonazismo", señala Thomas Pfeiffer, experto en ultraderecha en la
Universidad de Bochum. "Pero que nadie se llame a engaño, aunque su
estética se haya vuelto más amable o más imbricada en las tendencias
culturales actuales, el fondo es el mismo. Solo el envoltorio ha sufrido
un cambio radical".
Prueba de ello es que las camisetas 'nipster' hacen gala de consignas
anti semitas y consignas violentas, además de pedir en grandes
caracteres, por ejemplo, la deportación de los 1,4 millones de turcos
que viven en Alemania, detalles estos que alertan a las autoridades
alemanas sobre la necesidad de seguir de cerca los pasos de esta tribu
urbana.
El criminólogo Schuhmacher lo resume con una sentencia: "El 'skinhead',
como figura hegemónica de la juventud de ultraderecha, ha abdicado. Y
nadie sabe aún cómo impactarán en el movimiento sus sucesores camuflados
en la cultura cool de las ciudades". Schuhmacher advierte que
posiblemente ahora cuenten con un ámbito más extenso de influencia.
"Quizá hayan perdido perfil y capacidad de identificación, pero está
claro que se han deshecho del cartel de radicales. Eso los hace más
peligrosos y escurridizos".
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